Honen dijo una vez: Algunos dicen que aunque uno ha estado diciendo el nembutsu, si cuando uno se acerca al final de la vida, no puede conversar con su maestro religioso, sería difícil para ellos alcanzar el ojo. Y de nuevo, cuando uno está muy enfermo y la mente perturbada, sería igualmente difícil. Pero según Shan-tao, cuando una persona que ha tomado la decisión de ir a la Tierra Pura repite el Nenbutsu, ya sea muchas veces o pocas, al morir, el Buda Amida viene con su séquito a su encuentro. Entonces, en el caso de alguien que hace de esto su práctica diaria, incluso si no hay un maestro religioso cerca cuando está en su lecho de muerte, el Buda le dará la bienvenida a la Tierra Pura. El logro del ojo (nacimiento) mediante la ayuda de un consejero religioso, según el Sutra de la meditación, se refiere a aquellos que alcanzan uno de los tres grados de la clase más baja en la Tierra Pura. Los pertenecientes al grado más bajo de la clase más baja no practicaban el Nenbutsu diariamente, ni tenían ninguna intención especial de alcanzar el ojo, sino que eran pecadores del tinte más profundo, quienes en su lecho de muerte hablaran con un maestro religioso por primera vez, y alcanzaran el ojo por unas diez repeticiones del Nenbutsu. Pero aquellos que han decidido ir a la Tierra Pura poniendo diariamente su confianza en el poder del Voto Original de Amida, e invocando ese nombre sagrado, que después de largas edades de contemplación decidió hacer eficaz para todos, El mismo Buda les dará la bienvenida a la Tierra Pura, aunque no tengan la ventaja de un consejero religioso.
Capítulo 23, sección 8, página 438.
Extraído de: jsri.jp/English
Traducido al español por Chijo Cabanelas
