"Si solo ponemos nuestra confianza en el Voto Original de Amida, no hay duda alguna sobre nuestro destino futuro, pero ¿qué debemos hacer con el mundo presente? Bueno, lo que debemos hacer es hacer de la práctica del Nembutsu lo principal en la vida, y dejar de lado, todo aquello que pensemos que pueda interferir con ello.
Si no puedes quedarte en un solo lugar y hacerlo, entonces hazlo mientras caminas.
Si no puedes hacerlo como sacerdote, entonces hazlo como laico.
Si no puedes hacerlo solo, hazlo en compañía de otros.
Si no puedes hacerlo y, al mismo tiempo, proveerte de comida y ropa, entonces acepta la ayuda de otros y sigue haciéndolo.
O si no puedes conseguir que otros te ayuden, entonces cuídate a ti mismo, pero sigue haciéndolo. Tu esposa, tus hijos y tus sirvientes están para este propósito mismo, para ayudarte a practicarlo, y si se convierten en un obstáculo, no deberías tener ninguno.
Los amigos y la propiedad son buenos, si también resultan útiles, pero si se convierten en un impedimento, deben ser abandonados.
En resumen, no hay nada que no pueda ayudarnos a alcanzar el Ojo, siempre y cuando nos ayude a seguir por el camino de la vida sin perturbaciones. Los hombres cuidan sus cuerpos con mucho esmero y se niegan a deshacerse de ellos, aunque saben que están destinados a regresar a los tres mundos del mal. Cuán tiernamente debemos cuidar nuestros cuerpos, y cuán sinceramente debemos practicar el Nembutsu, cuando sabemos que nuestro destino es el nacimiento en la Tierra Pura. Cualquier persona cuyo único deseo sea tal cuidado de su cuerpo como para ministeriar solo para el disfrute de la vida presente, y no más bien para ayudarlo en su práctica del Nembutsu, está haciendo lo que pertenece a los tres estados malvados. Mientras que, si el deseo de uno es tal cuidado de sí mismo que promueva su feliz Ojo, encontrará que ese deseo contribuye a ese fin."
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